Nota fin de año Democracia Pinatarense

El año que hoy finaliza, económica y socialmente, ha sido para olvidar, aunque los últimos acontecimientos vividos en Murcia entre políticos y funcionarios han motivado que nuestro presidente regional nos augure un futuro peor para el año venidero. Eso nos hace a todos creer más, si cabe, en la Ley de Murphy, al hacer cierta la predicción de que toda situación es susceptible de empeorar.

Lejos quedan los tiempos en los que nuestros Gobernantes Regionales vendían al mundo entero su gestión al frente de la administración murciana como magistral, arrogándose los méritos de la buena marcha de la economía, agrandando la administración hasta lo intolerable, y promulgando leyes, decretos y controles que han acabado por asfixiar al entramado empresarial privado, siendo el primero y más sonoro el derrumbe del sector de la construcción, al que todos tenían un odio reverencial que sólo superaban cuando eran invitados por algún magnate a sus lujosos palcos, grandes barcos, buenos viajes, magníficos chalets o suculentas comidas, creadas para la ocasión, en agradecimiento por algún favor inconfesable que más, tarde en la mayoría de los casos, ha acabado en el juzgado.

La crudeza de la realidad, aunque un poco más tarde, está llegando a todas partes, a todas las empresas y a todos los estamentos sociales. Tal es la magnitud de la catástrofe que no se libra ni San Esteban, habiendo llegado los ecos del tumulto hasta la mismísima Génova, quien alarmada por la noticia culpa del desaguisado de la protesta de funcionarios a la oposición Regional del PSOE, que a su vez se afana en desmentir que sea partícipe ni provocadora de tales manifestaciones.

Los funcionarios, que se consideraban salvados de la crisis gracias a su puesto de trabajo fijo ganado en una dura oposición, un buen enchufe, tras pegar infinidad de carteles del partido gobernante o simplemente por estar en el sitio justo en el momento oportuno, han visto como tampoco al abrigo del poder se está seguro últimamente.

Y yo me pregunto si con todos trabajando hemos arruinado a España, ¿cómo vamos a salir de esta situación con un 25% de paro, destruyendo empresas sin cesar y con un empresariado vencido por el desaliento, por unas leyes, unas normas y un sistema financiero imposibles de cumplir?

Ahora hace más falta que nunca que nuestra clase política en general sea consecuente y participe en la recuperación económica que necesita nuestra Región, reduciendo los gastos de la Administración (con sus sueldos incluidos) a niveles de los años 80, que es donde nos han situado con su ineficacia cambiando las normas y leyes que oprimen al empresariado en general; para poder volver a crear empleo privado, que es el único capaz de crear riqueza, reformando el sistema financiero actual y dejando paso a personas con fuerzas renovadas, sin compromisos políticos, ni ataduras personales, que atesoren la fuerza y la libertad necesaria para poder tomar las medidas que precisa esta Región para salir adelante.

Espero y deseo que el próximo año sí sea el de la recuperación, y que al finalizar el mismo podamos congratularnos todos de nuestra mejora social y económica, sobre todo las clases menos favorecidas que tan mal lo están pasando.

Desde DEMOCRACIA PINATARENSE deseo a todos una feliz salida de dos mil diez y un próspero dos mil once.

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