Silencio, fervor y sentimiento, protagonizan la noche del

La Semana Santa pinatarense volvió a vivir anoche uno de sus momentos más emotivos y esperados con la procesión del Encuentro de Jesús con su Santísima Madre en la Calle de la Amargura, en la que participan los tronos de Jesús Nazareno, la Virgen de los Dolores, Piadosa Mujer Verónica y San Juan Evangelista

El cruce de la calle Emilio Castelar y la avenida de Las Salinas fue una vez más el lugar elegido para vivir uno de sus momentos más emotivos y esperados de la Semana Santa pinatarense, con la procesión del Encuentro de Jesús con su Santísima Madre en la Calle de la Amargura, un desfile procesional que rememora el encuentro de Jesús Nazareno, escoltado por el tercio romano, con la Virgen de los Dolores, ante la mirada de San Juan Evangelista y La Piadosa Verónica.

Una procesión cargada de simbolismo, en la que el paño blanco de la Verónica pasa a reflejar el rostro de Jesús y en la que solo el desgarro de las saetas, en la voz de Carmen Murcia, rompieron el silencio y llenaron el momento de emoción.

Tras el encuentro las cuatro imágenes, acompañadas por sus correspondientes tercios iniciaron la solemne procesión, que cerraba la comitiva oficial y la banda de música municipal, Unión Musical.

Ya pasada la medianoche se inició el Vía Crucis de la Procesión del Silencio, en el que los penitentes siguieron la imagen del Cristo del Perdón, acompañados sólo del sonido de dos tambores del Tercio del San Juan en el silencio de la noche que recuerdan el dolor de la muerte de Cristo.

Hoy, Viernes Santo, a las 20.30 horas se celebra la procesión más popular de la Semana Santa Pinatarense, el Santo Entierro, en el que procesionan más de una decena de pasos acompañados de cientos de nazarenos, cofrades, músicos, manolas y estantes.

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El momento más emotivo es el encuentro de la Virgen de los Dolores con Jesús Resucitado, cuando el manto de luto que cubre a la madre se desprende al ver a su hijo y deja paso a otro de un vivo color azul con bordados en blanco