Nuria Ros Villaescusa del IES Manuel Tárraga con "la maldición de las vías" ganó el concurso convocado en los Institutos del municipio. El 2° premio fue para Marta Inglés Segura del IES New Castellar College y el 3° se lo llevó Ainara Pardo Moreno del San Pedro Apóstol.
En torno a un centenar de personas disfrutaron anoche de un encuentro con la literatura y el misterio, en la tercera edición de relatos de terror en el Museo Barón de Benifayó, que arrancó con el relato del escritor Sergio Reyes, libro murciano del año 2016.
La velada, organizada por la concejalía de Festejos en el marco de las actividades de Halloween, estuvo presentada por María José Navarro, conductora y promotora de este encuentro que, en esta ocasión contó con los relatos de terror finalistas del concurso convocado en los Institutos del municipio.
Así, el jurado del concurso formado por Raúl Gómez, editor de Dokusou, Sergio Reyes, pedagogo y escritor y Santiago R. Hernández Sáez, escritor pinatarense, decidieron que "Maldición en las vías" de Nuria Ros Villaescusa del IES Manuel Tárraga Escribano fuera el relato ganador premiado con una Tablet.
El segundo premio, una pulsera de actividad, fue para Marta Ingles Segura, alumna del IES New Castellar College con el relato "Jabetzako" y el tercer premio, unos cascos inalámbricos, fue para "El psiquiátrico Mar Menor" de Ainara Pardo Moreno del San Pedro Apóstol. Además Dokusou regaló a todos los finalistas un ejemplar de "la voz muerta y otras novelas de misterios" de Enrique Jardiel Poncela"
Cerró el ciclo Blanca Nieves Pérez Francia y José Fernández que, con un toque de humor, nos pasearon por el infierno y sus particulares "barrios". Además, la velada estuvo amenizada por la interpretación musical de "La Llorona" en la voz de la pinatarense Carmen Salas, acompañada a la guitarra por Antonio Belmonte, que compartió también la inquietante leyenda de la Dama Blanca.
Posteriormente y para finalizar la noche de difuntos, el Museo Barón de Benifayó sirvió de escenario para la magnífica danza del fuego de Natividad Guerrero. El fuego como elemento mágico, purificador y protector para el alma y el chocolate caliente para calentar el cuerpo del centenar de asistentes, pusieron el broche final a la noche de las ánimas.